Un poco de historia

Estimados estudiantes y docentes: Seguramente muchos de ustedes conocen el Proyecto Frontera pero otros no, especialmente porque se han incorporado en los últimos tiempos a nuestro Instituto.

Para conocimiento de todos, me gustaría ampliar en torno a lo actuado e invitar a sumarse a quien lo considere oportuno.

A partir de 1979 la Dirección General de Cultura y Educación firmó un acuerdo con Gendarmería Nacional, para facilitar el desplazamiento de chicas y muchachos de las escuelas secundarias bonaerenses hacia escuelas de frontera, llevando ayuda solidaria, especialmente a escuelas primarias al principio de Neuquén y luego de Catamarca, Formosa, Mendoza, etc. No sólo se trataba de llevar ropa y comida, sino también pintar la escuela, trabajar en clases conjuntas y compartir vivencias en el pensamiento de considerar que otros argentinos no tienen oportunidad de acceder a posibilidades que sí pueden obtenerse en las grandes ciudades.

En aquel entonces el número de escuelas superaba los 2000 establecimientos, pero esta cantidad fue reduciéndose considerablemente, a la vez que el apoyo de Gendarmería (especialmente en los traslados, alojamiento en los cuarteles, ayuda en mano de obra de cocina, pintura o lo que necesitase el contingente) fue reduciéndose a apoyo en rutas, personal alerta en los destinos y apoyo en comunicaciones.

En el año 2011 un grupo de estudiantes y profesores nos dirigimos al Edificio Centinela y nos interesamos por participar. En principio se nos invitó a colaborar con la Escuela n°60 de Viale (Entre Ríos) . Sin embargo pudimos corroborar (tanto gendarmería como nosotros) que sus necesidades no eran tan importantes y además tenían un apoyo del gobierno local. Por ello se nos planteó el desafío de dirigirnos a la Escuela 715 de Puerto Londero (Misiones), más de 100 km. desde Oberá. Esta experiencia, replicada en 2012 pero con 7 escuelas de la zona, unió acción solidaria con intercambio pedagógico. En el límite con Brasil, sin  telefonía fija, con primitivos televisores que sólo sintonizan un canal de Brasil, viven pueblos originarios junto con colonias alemanas y polacas. En las zonas selváticas y entre los montes, se dedican al cultivo de tabaco, cría de animales y yerbatales.

Los niños concurren a las escuelas caminando kilómetros por caminos casi intransitables. No hay punteros políticos, ni grupos religiosos ni fundaciones.

Gracias a la solidaridad de nuestra comunidad y la sensibilidad de vecinos y comerciantes, un grupo de estudiantes y profesores vivió una experiencia que nos enriquece como docentes y nos hace sentir mejores como personas.

Durante los años siguientes se dispuso que la Gendarmería no podía avalar este operativo, no obstante lo cual se realizaron intentos frente a la “máquina de impedir” para que los chicos de aquellas escuelas pudieran  venir a Lanús, alojarse en casas e estudiantes y participar de actividades diversas que a los efectos habían planteado profes y estudiantes en las diversas áreas.

No pudo ser. Desde Misiones se generaron impedimentos que imposibilitaron el viaje.

En estos días, nos hemos comunicado con Gendarmería, dado que se les ha permitido tener alguna injerencia que en nuestro caso se vuelve interesante dado el poyo en destino, el aval escrito en el desplazamiento del camión en rutas y el encuadre en el convenio con el Ministerio de Educación, que permite justificar las inasistencias y cubrir con un seguro el movimiento.

Prof. Osvaldo Elías – Director